Apreciada fue la gente ante mis ojos
Al
paladar probada por mi experiencia,
Que
no quiero ser como ellos, descansados
Viviendo
entregados a egoísmos particulares..
Y
no por ellos entregados a satisfacciones
Vanas
y meras, llenas de hambre natural,
Como
la confortable hamaca individual
Que
olvida la guerra y encadena al descansar.
En
absoluto seré incompleto en mi felicidad,
Existiendo
con esclavos nacidos de la ignorancia
Hechos
hombres de pobreza y delincuencia;
Jugo
de misericordia y fe bebieron mis sueños.
Quemado
mi corazón de callos y cascara
Grita
con sus latidos los barrios fantasmas
Hinchándose
como un anaranjado globo
Y
pronunciando a la gente esclava del sur.
Ahora
apacible embebida mi existencia
Fue
entregada a placeres particulares de playa,
Fue
el morir a centenas de fantasías políticas
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