Mi primer pensamiento siempre eres tú,
Una mirla espera a que el sol aparezca,
Su pico resalta y entre rayos se muestra,
Brillando en la nada aparece y me encuentra.
Segundos más tarde, tú sigues aquí,
La mirla entre hojas cantando me despierta,
Llamando con silbidos me desvela,
Volando en círculos en mi mente se queda.
Horas más tarde, ella sigue allí,
Siriries, mirlas y colibríes planean,
Saucos y flores mis ojos secuestran,
Suspendidos en mi cabeza te encuentran.
Llega la noche, y ella está aquí,
En nidos las mirlas reposan contentas,
Su belleza es tierna, linda perfecta,
Dormir contigo entre sueños y quimeras.
Amanece y tu imagen persiste aquí,
Una mirla que espera a que el sol aparezca,
Su pico resalta y entre rayos se muestra,
Brillando en la nada aparece y me encuentra.
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