Un caminante alzó la mirada,
La
belleza de un árbol se ha clavado en sus ojos,
Esas
ventanas que van a dar al alma
Formada
por ríos de agua afligida.
Su
corazón es ahora como una cueva
rosionada
por corrientes fantasmas.
En la mirada del caminante:
La
primavera ha encumbrado un árbol,
Con
ramas que decoran el cielo
Formadas
por hojas doradas folioladas.
Su
corazón es ahora como marchito
Palidecido
por amores fantasmas.
Un caminante alzó la mirada,
La dulzura de recuerdos enamorados
Invocaron la protección y la sombra
Que Vulcano y Julio Cesar amaron.
Un caminante alzó la mirada,
Cansado
se sentó y se aferró al árbol,
Recordó
el aroma de las flores doradas
Y
regó sus raíces con el agua de su alma.
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